CONSTRUCCION Y RECONSTRUCCION DE LA AUTOESTIMA
Si en vez de tratar de negar la realidad mexicana, la aceptamos, pero no para deprimirnos o sentirnos menos, sino para superar estas limitaciones, mucho habremos logrado.
Llegó el momento de deshacernos de nuestras autoimágenes negativas y que nos demostremos a nosotros mismos que podemos alcanzar objetivos de crecimiento y desarrollo.
El proceso consiste en dejar atrás el estado de dependencia respecto a la familia, al patrón, al gobierno, a los países extranjeros; lograr la verdadera independencia significa saber valernos por nosotros mismos y sentirnos seguros de lograrlo. Pero no debemos quedarnos aquí, el éxito está en saber formar parte de los grupos, en la interependencia que sólo se logra si se ha superado la actitud colonial y ávida de sobreprotección. Debemos pasar de la mentalidad de siervos y empleados a la mentalidad de empresarios.
Dejemos de ver hacia afuera para encontrar modelos que imitar o para descubrir nuestras riquezas: valores humanos, recursos naturales y capacidad de trabajo.
EDUCACION DEL MEXICANO CREATIVO
Tenemos ingenio, imaginación, fleibilidad, sentido del humor y emotividad, todas ellas cualidades para ser creativos, que no sólo deben aplicarse a las artesanías, el folklore o los chistes, sino utilizarse para lograr el desarrollo tecnológico y social de nuestro país.
El mexicano es un pueblo humano, cálido, afectuoso, sentimental y emotivo; tiende a ser amable, generoso y cortés, con sentido del humor, adaptable e inclinado a la belleza y a lo estético.
México ha sabido conservar valores espirituales que otros envidian.
miércoles, 8 de agosto de 2012
martes, 7 de agosto de 2012
OTRAS CULTURAS, OTRAS CONDUCTAS LABORALES
En la cultura estadounidense, conciben la vida para disfrutar, el individuo debe transformar su entorno.
Dentro de esta cultura, las organizaciones han desarrollado valores como la eficiencia, los resultados tangibles, y la especialización. En el ámbito de trabajo las relaciones son impersonales y lo que cuenta es el desempeño.
El resultado ha sido un alto nivel de desarrollo tecnológico y un pueblo individualista, competitivo,con un fuerte deseo de ganar.
Sin embargo, no está produciendo los mejores resultados: la gente está ávida de afecto.
La ex Unión Soviética, se tuvo que percatar que el modelo comunista no había dado los resultados esperados.
La República Popular China, con el afán de utilizar la abundante mano de obra disponible, se ha evitado la mecanización de las labores. La competitividad de sus productos en el extranjero se basa en los precios bajos.
La cultura japonesa, ha destacado el valor de pertenecer a grupos; sus habitantes se encuentran fuertemente arraigados a las organizaciones. El individualismo casi no existe, ni existe la desconfianza, ven al grupo como oportunidad de dar y de aportar para beneficio común.
La sabiduría es producto de la edad y la experiencia, confían en los jóvenes, saben que serán leales y no les preocupa invertir en capacitarlos. Los trabajadores entonces pueden satisfacer todas sus necesidades a través de su trabajo; además se fomenta el ahorro y la austeridad, tienen un alto nivel educativo.
Aunque esta nación pareciera perfecta, no lo es. Japón tiene problemas de sobrepoblación, carencia de espacios para cultivar y habitar, altos índices de suicidio entre los niños y jóvenes.
Taiwán, Corea del Sur y Hong Kong, también han experimentado un rápido crecimiento económico y sociocultural, incluso se han convertido en fuertes competidores de Japón. Todos tienen en común la disciplina, la laboriosidad, la lealtad y la perseverancia, así como altos niveles educativos donde se vincula muy de cerca la escuela con la industria.
Para ellos trabajo es sinónimo de triunfo.
Lamentablemente también enfrentan dificultades, como la masificación y debilitamiento de ciertos valores humanos, en pro de los económicos materiales.
Dentro de esta cultura, las organizaciones han desarrollado valores como la eficiencia, los resultados tangibles, y la especialización. En el ámbito de trabajo las relaciones son impersonales y lo que cuenta es el desempeño.
El resultado ha sido un alto nivel de desarrollo tecnológico y un pueblo individualista, competitivo,con un fuerte deseo de ganar.
Sin embargo, no está produciendo los mejores resultados: la gente está ávida de afecto.
La ex Unión Soviética, se tuvo que percatar que el modelo comunista no había dado los resultados esperados.
La República Popular China, con el afán de utilizar la abundante mano de obra disponible, se ha evitado la mecanización de las labores. La competitividad de sus productos en el extranjero se basa en los precios bajos.
La cultura japonesa, ha destacado el valor de pertenecer a grupos; sus habitantes se encuentran fuertemente arraigados a las organizaciones. El individualismo casi no existe, ni existe la desconfianza, ven al grupo como oportunidad de dar y de aportar para beneficio común.
La sabiduría es producto de la edad y la experiencia, confían en los jóvenes, saben que serán leales y no les preocupa invertir en capacitarlos. Los trabajadores entonces pueden satisfacer todas sus necesidades a través de su trabajo; además se fomenta el ahorro y la austeridad, tienen un alto nivel educativo.
Aunque esta nación pareciera perfecta, no lo es. Japón tiene problemas de sobrepoblación, carencia de espacios para cultivar y habitar, altos índices de suicidio entre los niños y jóvenes.
Taiwán, Corea del Sur y Hong Kong, también han experimentado un rápido crecimiento económico y sociocultural, incluso se han convertido en fuertes competidores de Japón. Todos tienen en común la disciplina, la laboriosidad, la lealtad y la perseverancia, así como altos niveles educativos donde se vincula muy de cerca la escuela con la industria.
Para ellos trabajo es sinónimo de triunfo.
Lamentablemente también enfrentan dificultades, como la masificación y debilitamiento de ciertos valores humanos, en pro de los económicos materiales.
LA CONTRAPARTE: LOS DIRECTIVOS
En nuestra tradición laboral el hacendado, dueño y señor de todo era quien tenía todo el poder y todo el saber. La relación dueño-trabajador conformó la cultura del poderoso-generoso y del poderoso-explotador a quien debían obedecer sino eran expulsados de la hacienda y equivalía a quedar desamparado. De ahí se deriva la conducta de quedar bien con el de arriba.
Con estos antecedentesm se dificulta que los empresarios valoren a los trabajadores, tanto directivos como sindicatos se olvidan de buscar caminos para otorgar en forma objetiva reconocimientos al esfuerzo y la dedicación al trabajo.
Con estos antecedentesm se dificulta que los empresarios valoren a los trabajadores, tanto directivos como sindicatos se olvidan de buscar caminos para otorgar en forma objetiva reconocimientos al esfuerzo y la dedicación al trabajo.
miércoles, 1 de agosto de 2012
LA MUJER EN EL TRABAJO
La situación de la mujer en nuestro país, al igual que en otras culturas, difiere de la del hombre.
Tradicionalmente se le ha inculcado a la mujer que su papel principal en la vida es ser madre, más que compañera o esposa. Parte de la actitud dependiente de muchos mexicanos se debe a la exageración de los cuidados y atenciones de la madre hacia los hijos, lo que impide que desarrollen sus propias capacidades, pues no les permite valerse por si mismos.
El doctor Santiago Ramírez, psicoanalista mexicano, decía "la mujer mexicana es perfecta, pero sólo durante el primer año de vida del niño".
Aunque se ha incrementado su nivel de escolaridad y su participación empresarial, y aún cuando la sociedad en general tiene una actitud más abierta y flexible respecto al papel de la mujer, todavía se requiere que en primer lugar sea limpia, hogareña, femenina, trabajadora, honosta y sencilla, al igual que discreta, dulce, hermosa, atenta, casta y abnegada.
La mujer mexicana actual enfrenta cambios drásticos en su torno,se encuentra con mayores oportunidades de estudiar, trabajar y tener una vida social más activa que en años atrás.
Esto hace que la mujer se sienta frustrada e inútil, si se dedica completamente al hogar y si trabaja y es madre, se siente culpable por descuidar a sus hijos y a su hogar.
Tradicionalmente se le ha inculcado a la mujer que su papel principal en la vida es ser madre, más que compañera o esposa. Parte de la actitud dependiente de muchos mexicanos se debe a la exageración de los cuidados y atenciones de la madre hacia los hijos, lo que impide que desarrollen sus propias capacidades, pues no les permite valerse por si mismos.
El doctor Santiago Ramírez, psicoanalista mexicano, decía "la mujer mexicana es perfecta, pero sólo durante el primer año de vida del niño".
Aunque se ha incrementado su nivel de escolaridad y su participación empresarial, y aún cuando la sociedad en general tiene una actitud más abierta y flexible respecto al papel de la mujer, todavía se requiere que en primer lugar sea limpia, hogareña, femenina, trabajadora, honosta y sencilla, al igual que discreta, dulce, hermosa, atenta, casta y abnegada.
La mujer mexicana actual enfrenta cambios drásticos en su torno,se encuentra con mayores oportunidades de estudiar, trabajar y tener una vida social más activa que en años atrás.
Esto hace que la mujer se sienta frustrada e inútil, si se dedica completamente al hogar y si trabaja y es madre, se siente culpable por descuidar a sus hijos y a su hogar.
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