sábado, 28 de julio de 2012

EL TRABAJADOR MEXICANO

El mexicano no puede tener una actitud neutra hacia el trabajo, durante la colonia, el trabajador paso  a la categoría íntima de peón robotizado. En este sistema en el que el poder, el dinero y el prestigio dependían de nexos con la Corona española, no del trabajo.
Mucho nos queda a los mexicanos del siglo XXI el prejuicio novohispano de que el trabajo manual es servil y de que el hombre de clase elevada no trabaja sino que vive de sus rentas, si no es que legisla, manda y guerrea.
Por otro lado, el mexicano rehusa a asumir el liderzgo por temor a ser rechazado, por considerar que no está suficientemente capacitado, porque representa mayor resposabilidad y porque tal vez termine siendo el único que trabaje. Seguramente a esto se debe la escasez de liderazgos auténticos, democráticos y participativos.

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